martes, 15 de noviembre de 2011

ENFOQUE DEL MUNDO DE HOY EN LA NUEVA CULTURA EMPRESARIAL

Los estilos de gerencia de las tres últimas décadas variaron de un extremo a otro, las tendencias que reglamentan el desenvolvimiento del mundo actual determinan los cambios, es decir, las nuevas actitudes en las empresas, tales como, la globalización de la economía, el cuidado hacia el ambiente, el incremento de las privatizaciones, las asociaciones estratégicas y el avance tecnológico, conforman un irrevocable conjunto de condiciones que afectan las organizaciones hoy por hoy en notable resaltar que dichos cambios para afrontar una nueva era de la cultura empresarial no es nada fácil y que dichos cambios deben surgir desde lo más bajo de la estructura organizacional, pero liderado desde lo más alto en la estructura.

Se debe tomar, de que los colaboradores de todos los niveles y aéreas jerárquicas desean aportar a que su empresa sea exitosa, sin tener por menos a nadie.

Por todos lados encontramos los círculos que encierran este factor; circulo basados en la calidad, las fábricas con producciones flexibles, el rápido tiempo de respuesta, el control total de la calidad. Y a pesar de que el camino parece ser obvio, numerosas empresas están fracasando al abrirse hacia esta nueva cultura. Un artículo dice:

“Si su compañía es como casi todas, hay que tomar el reto y cambiar las cosas. Ser competitivo precisa mejorar la calidad, crecer la velocidad de respuesta, adoptar una orientación hacia el cliente, y estas actitudes son tan fundamentales que ellas deben surgir de las raíces de la compañía” (1)

Esto nos hace comprender que no tenemos la cultura bien mentalizada para impedir esta problemática debido a que no solo por que el gerente lo estipule y lo anuncie se va a lograr el cambio idealizado, sino que también todos en conjuntos se visualicen y se apropien de valores que impulsen el desarrollo; y comprender que ningún cambio en la cultura empresarial ocurre de la noche a la mañana, sino que es un proceso pausado, pero que bien vale la pena tomarse su tiempo, a cambio de llegar al fracaso total y por ende la extinción de la organización.

(1) Fuente: Revista Fortune. Creating a New Company Culture

(2)

Para llevar esta cultura la revista Fortune los clasifica en una serie de pasos claves:

La actitud hacia el cambio. Los problemas se deben verse como oportunidades, los retos constantes nos ayuda a encontrar mejores formas para realizar las cosas. Vivimos en un mundo en constante cambio, lo que nos lleva a afrontar constantes retos, no solo en nuestro entorno personal, sino también en nuestro ambiente físico y profesional. Nuestra naturaleza humana responde a ellos en distintas formas, por eso es importante detectar a tiempo las actitudes emocionales que impiden el cambio.

Enfoque. Debe haber aceptación sobre los objetivos y metas a cumplir, darse cuenta de que para lograrlo se debe trabajar todos unidos que no puede haber divisiones de áreas o departamentos que todos somos uno y que cualquier cambio que se haga nos afecta a todos por igual.

Valores y estándares. Cada organización debe tener clara las estrategias para lograr el éxito, Un programa de ética empresarial bien diseñado y bien implementado proporciona a todos los miembros de una empresa la guía e información que necesitan para las designaciones y acciones eficaces, eficientes y responsables. Los empleados y agentes deben saber qué rendimiento se espera de ellos. Deben saber ¿qué deben hacer? - y ¿qué no deben hacer? - para alcanzar las metas y los objetivos de rendimiento. Todos los colaboradores, tanto internos como externos, tienen expectativas de la empresa.

Preocupación por la gente. Los colaboradores no apoyarán espontáneamente a dichos resultados si esta a su vez no implementa unas políticas de compromisos con su personal, su filosofía corporativa debe de estar basada en la mejor calidad no solamente de sus clientes, si de igual manera la atención a su personal.

Compromiso. De las personas con la organización constituirá un activo importante para ésta. Aun cuando todavía no se acostumbra especificar este rubro directamente, por ello, es importante para las organizaciones conocer no sólo el tipo sino también el grado de compromiso de sus miembros.

Trabajo en equipo. Debe comenzar con el sentimiento de una firme necesidad de mejorar las condiciones o procesos que están interfiriendo en el logro de las metas organizaciones. El percatarse de que la mejor forma de superar todo obstáculo es trabajar conjuntamente todos por un mismo ideal.

En relación a lo anterior, la cultura organizacional constituye parte fundamental, ya que ella está integrada a la satisfacción y bienestar individual y colectivo, conciliando los intereses del sistema para que el resultado que se obtenga sea calificado como ideal, en la organización.

En conclusión se pueden crear programas de refuerzo de valores, contratar personas expertas que faciliten estos procesos de cambio y permitan a la organización alcanzar sus objetivos sin traumas; el cambio genera en las personas amenazas, incertidumbre a lo desconocido , lo cual, son fuente de ansiedad e incomodidad personal. Agrava la sensación de pérdida de autonomía personal y control sobre los individuos. Todo cambio implica, al menos durante un tiempo, el esfuerzo adicional de tener que aprender a desenvolverse adecuadamente en la nueva situación, lo cual es una fuente adicional de trabajo y de preocupación. Una nueva cultura empresarial, preocupada por los factores de cambio y progreso, requerirá de una estructura manejable y abierta al cambio, de una capacitación constante y especialización para alcanzar el ritmo establecido por la tecnología. Demandará, por supuesto, personas creativas.

Tal situación ha originado nuevos retos; pero a su vez ha permitido liberar energía e iniciativas suficientes que llevarán a las organizaciones a ser competentes en el mundo de la nueva cultura empresarial.

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