martes, 15 de noviembre de 2011

EL SÍNDROME DEL THOMAS LAWSON

El síndrome del Thomas Lawson es la disposición que tienen las organizaciones a arraigarse con persistencia a los productos, servicios y procesos actuales a pesar de los avances tecnológicos que con frecuencia ponen visible la obsolescencia de lo que la organización está protegida actualmente. Al impedir que los gerentes eliminen las viejas tecnologías y acojan las nuevas, el Síndrome del Thomas Lawson evita que las organizaciones rompan el status quo y miren más allá hacia el futuro.

El síndrome puede abatir a cualquier empresa. Pero es especialmente pernicioso entre las organizaciones con productos famosos y estados financieros envidiables. Foster describe cómo a principios de la década de los 60 Du Pont se aferró a su vaca lechera, el nylon a pesar de la evidencia científica de que un nuevo producto, el poliéster era superior para las bandas de las llantas, y a pesar del hecho que su cliente líder, Goodyear, públicamente se había pronunciado a favor del poliéster.

Celanese, un competidor cuya posición en la industria llantera era pequeña en relación con la Du Pont. Enfrentaba internamente menos dificultades para la aceptación del poliéster. Es decir. Calenese no tenía inversiones en nylon que salvaguardar, no tenia infraestructura para elaborar las bandas cuyo costo debía demostrar. Al parecer Calenese no disponía de gerentes y analistas cuyo éxito profesional, popularidad estuvieran atados al nylon.

Mientras Du Pont invertían grandes sumas de dinero en Investigación y Desarrollo a la perfección del nylon, Celanese, libre de obstáculos, comenzó a fabricar las bandas de las llantas en poliéster.

El producto prontamente fue adoptado por los fabricantes de llantas y al cabo de cinco años Celanese había capturado más del 75% del mercado.

Gracias a un estudio de mercado Jim Uttebarck de MTT pudo darse cuenta que casi en su totalidad las grandes empresas optaron por invertir más en la mejora de las tecnologías viejas en vez de ir de la mano con el avance de nuevas tecnologías.

Aunque los líderes del mercado no están cerrados a los nuevos progresos tecnológicos, el síndrome del Thomas Lawson paraliza su capacidad de aplicarlos.

Es así que en los casos donde empresas NO se dedican a los nuevos productos en forma agresiva, si no que se afianza a sus viejos productos, inclusive después que sus ventas comienzan a decaer”.

No es sorprendente que estos y otros investigadores atribuyan esta tendencia en un menor grado a la experiencia técnica y en un mayor grado a las políticas internas, defensa del ego entre los gerentes que se sienten cómodos con el status quo y la justificación del dinero ya invertido. Por lo tanto, aunque Du Pnt “exploro” las posibilidades con el poliéster, el resultado fue inevitable. La diferencia entre “exploración” y “compromiso” es la diferenciación entre fracaso y éxito en el mercado.

Una situación semejante ocurrió en los laboratorios de IBM realmente produjeron avances significativos en microprocesadores y en software para PC en los 80´s, el consultor Charles Morris recientemente comentó: “IBM tenía toda la tecnología y una posición ventajosa en el mercado de PC al alcance de sus manos, pero se quedó atrás protegiendo su propio mundo del mainframe”.

Peter Drucker anota que “la alta gerencia (de IBM) prácticamente le prohibió a la gente de los PC que vendieran a los clientes potenciales de los mainframe. Esto no ayudó al negocio de los mainframe – nunca lo ha hecho. Pero impidió el desarrollo del negocio de los PC.

Algunas veces en Síndrome del Thomas Lawson sucede simplemente debido a que la confianza de los gerentes con un proceso o tecnología no les permite ver las posibilidades inherentes es los desarrollos mas nuevos.

Vivimos juntos en mundos separados. Todos otorgamos un significado a las cosas de manera similar, pero al mismo tiempo cada uno aporta una interpretación individual y subjetiva.

El constante avances tecnológicos arce que cada día las cosas se tornen viejas u obsoleta.

Debemos ponernos a pensar que tan ideal es avanzar y darle paso a las nuevas tecnologías nos ayuda a crecer en todos los aspecto de nuestra empresa, haciéndonos más competitivos en el mercado, siendo innovadores y proactivos el aferrarnos a las cosas que ya fueron o a las cosas que de una u otra forma nos ayudaron a ser grandes, que con el tiempo puede llegar a limitarnos y cerrar nuestra visión a un mundo que constantemente es cada vez más exigente.

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